Programación docente: cómo combinar creatividad y rigor curricular

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Programación docente: cómo combinar creatividad y rigor curricular

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La programación docente es un proceso complejo, no solo porque es necesario organizar, durante todo un año académico, diferentes temas, actividades y evaluaciones, sino también porque todos estos elementos deben configurarse en base al currículo escolar previamente establecido.

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Por lo tanto, al profesorado se le exige un doble esfuerzo: combinar el rigor académico de los temas y conceptos que el alumnado debería dominar al final del curso, con propuestas que tengan el grado de creatividad y originalidad suficiente para entretener y motivar a su clase. 

La programación docente de un curso académico implica necesariamente la creación de un plan de trabajo sistematizado, ordenado y detallado. En él se realiza un diagnóstico de los conocimientos previos que tiene cada alumno y alumna. Además, podemos ver de forma más clara sus intereses, motivaciones y diferencias.

Por otro lado, la programación docente define los objetivos de aprendizaje que nuestros estudiantes alcanzarán en esa actividad, proyecto o unidad didáctica. Determinamos también contenidos y tareas, al mismo tiempo que establecemos un calendario para la secuencia de actividades. 

La programación docente es, por lo tanto, un proceso previo al trabajo en el aula. Funciona como un documento guía que vincula elementos oficiales (criterios de evaluación, competencias generales) y personalizados (objetivos, contenidos, indicadores). De esta forma, transformamos el currículum educativo en una propuesta concreta, dinámica y estimulante para nuestro alumnado. 

Podemos enfocar nuestra programación docente a trabajar con metodologías activas. Esto mantendrá a nuestro alumnado alerta y despertaremos su curiosidad y entusiasmo.
Podemos enfocar nuestra programación docente a trabajar con metodologías activas. Esto mantendrá a nuestro alumnado alerta y despertaremos su curiosidad y entusiasmo.

5 pistas para lograr el equilibrio entre el rigor curricular y una clase divertida

Combinar y alinear el rigor curricular y la creatividad pedagógica a veces no es tan sencillo. Se trata de lograr  el equilibro de ese tándem formado por los criterios de evaluación a los que el alumnado debe responder durante el proceso educativo y el desarrollo de unas clases amenas, que los motiven y diviertan. Sin duda, un objetivo que vale la pena, pero que requiere de esfuerzo e imaginación por parte de profes y alumnos/as. 

A continuación, te planteamos una serie de pistas para ayudarte a crear programaciones docentes equilibradas: enfocadas al currículum, pero al mismo tiempo dinámicas y creativas. 

1. Analiza minuciosamente el currículo. Revisa qué elementos deben ser respondidos obligatoriamente por tu programación. Los criterios de evaluación, por ejemplo, no pueden ser modificados. Sin embargo, puedes escoger y adaptar los contenidos e indicadores de logro según las necesidades de tu clase.  

2. Plantea enfoques que respondan a las necesidades de tu alumnado y que, al mismo tiempo, sean originales y divertidos. 

3. Utiliza siempre la misma estructura para todas tus planificaciones. Por ejemplo, un planteamiento, un nudo y un final. Esto te ayudará a darle coherencia al documento y te aportará más seguridad a la hora de poner en práctica la programación. Piensa que si las actividades que realices con tu alumnado están en un marco definido, será más fácil incorporar algunas que sean más creativas sin que pierdan sentido. 

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Personalizar la programación docente puede parecer muy complejo, pero basta hacerlo un par de veces para acostumbrarnos. Así ofreces un aprendizaje más sólido y diversificado: todo integrante de la clase se sentirá incluido.
Personalizar la programación docente puede parecer muy complejo, pero basta hacerlo un par de veces para acostumbrarnos. Así ofreces un aprendizaje más sólido y diversificado: todo integrante de la clase se sentirá incluido.

4. Es recomendable comenzar la programación docente con un nivel poco exigente. Esto te permitirá tantear en qué punto se encuentra la clase a nivel de conocimientos. A partir de ahí podrás dibujar el roadmap a desarrollar a lo largo del trimestre o curso. 

5. No plantees actividades que tengan como punto de partida tu propia explicación. Es más efectivo y estimulante empezar, por ejemplo, con  un vídeo o simulación que introduzca un tema. Luego tu alumnado puede continuar con un debate o reflexión sobre lo que saben o creen saber al respecto. Recuerda: es fundamental fomentar la participación del alumnado, pero siguiendo un guion establecido para evitar dispersiones.

Thinkö es una herramienta tecnopedagógica que te puede resultar de gran ayuda en este equilibrio. Aporta rigor a tus programaciones docentes: una vez que hayas introducido en el sistema el curso, materia y comunidad desde la cual trabajas, la plataforma filtra automáticamente el currículum correspondiente a tu territorio. De esta forma, se garantiza que las actividades educativas que vayas a desarrollar se relacionen directamente con la documentación oficial.

¿Y la magia de la creatividad? ¡Esa la pones tú! Nosotros te ofrecemos recursos, apoyo contextual y materiales para que sigas estimulando la curiosidad y el aprendizaje activo en tu alumnado.

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