Flipped Classroom o cómo activar al alumnado con el aula invertida

El flipped classroom, conocido también como aula invertida, es una metodología activa que pretende dar un giro de 180º al sistema educativo clásico de clases magistrales. Con este método, no es el profesorado el que prepara un tema y lo expone en clase, sino que son los propios alumnos y alumnas los que desarrollan aprendizajes fuera del aula: en casa, bibliotecas, museos, centros de documentación y a través de internet y contenidos multimedia. 

Características y factores de valor del flipped classroom 

• El aula invertida es un método que pretende sustituir las clases magistrales en las que, usualmente, una figura docente se limita a exponer los contenidos y los miembros de la clase a recibir la información. En cambio, se promueve un sistema mucho más participativo por parte del estudiantado. 
• El enfoque del flipped classroom es mucho más individual y personalizado. El objetivo es determinar metas específicas para cada alumno y alumna, respetando los ritmos de aprendizaje de cada integrante de la clase.
• Como la investigación la realiza el estudiante por su cuenta fuera de la clase, el tiempo en el aula se usa para otras acciones y dinámicas: plantear dudas al docente, realizar ejercicios, poner en marcha actividades colectivas y participativas, entre otras.
• Se utilizan profusamente recursos avanzados y nuevas tecnologías: clases online, elementos multimedia, videoconferencias, etc. Esto provoca que los alumnos y alumnas se encuentren más satisfechos e interesados, ya que las clases son mucho más variadas y entretenidas.
• Los roles de docente y estudiante se invierten. El profesorado actúa de guía y asesor, limitándose a plantear temas, marcar pautas de actuación y resolver dudas. El alumnado, por su parte, toma un rol más activo en su proceso de aprendizaje. Se hace responsable del desarrollo de conocimientos y competencias de forma más autónoma. 
• Es un método que consolida y hace más perdurables los conocimientos, pues se trabajan los temas en un doble nivel. Primero, de manera individual y luego en el aula de forma colectiva con el apoyo del guía educativo. Esto provoca que los conocimientos dejen una huella sólida en el estudiante y se afiancen con más facilidad.
• Mejora el desarrollo de competencias tanto a nivel individual como colaborativo. Con este sistema se trabaja en dos direcciones: por un parte se fomenta la autonomía del estudiante y por otra, se desarrollan habilidades de trabajo en equipo que ayudan en la organización, planificación e intercambio de opiniones en grupo.
• La motivación crece, ya que por lo general los estudiantes acogen este sistema de un modo muy positivo, al encontrarlo novedoso, estimulante y divertido.

La implantación del flipped classroom en las diferentes etapas educativas 

Independientemente de la etapa educativa en la que nos enfoquemos, a la hora de organizar e implementar un sistema de flipped classroom es fundamental una óptima planificación previa. Asimismo, debemos garantizar la comunicación de este nuevo método a nuestros colegas, alumnos y familias. Es un sistema que implica cambios importantes a la hora de enseñar, por lo que es necesario que informemos muy bien a nuestra comunidad educativa. 

A partir de aquí, existen una serie de diferencias bastantes claras entre la aplicación de metodologías de flipped classroom en educación infantil, primaria y secundaria.

En educación infantil, nos encontramos con niños y niñas muy pequeños y en pleno desarrollo intelectual. Aún tienen algunas competencias sin desarrollar en matemáticas, conocimientos del medio o lectoescritura. Por esta razón, la aplicación del aula invertida puede ser compleja. Si quieres aplicarla, intenta que sea en un nivel muy básico y siempre considerando el apoyo y la implicación de las familias.

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En primaria sí que es posible profundizar mayormente en el aula invertida. De hecho, es una metodología motivadora para el alumnado, pues potenciamos su autonomía y los animamos al descubrimiento por su cuenta. Es una etapa en que los chicos y chicas ya pueden empezar a investigar en base a sus habilidades e intereses.

Es cierto que implementar el flipped classroom en secundaria puede suponer un reto. Ya se pueden desarrollar trabajos más complejos gracias a la madurez que han adquirido nuestros alumnos y alumnas. Sin embargo, debemos siempre mantener una comunicación clara y efectiva.

Ahora bien, aunque esta metodología no es muy distinta a la metodología del blended learning, la diferencia clave está en que esta última implica sí o sí incorporar elementos virtuales. En el flipped classroom, nuestro alumnado puede trabajar en casa con otros materiales como libros, cuadernos, puzles, exposiciones, hemerotecas, etc., y también con recursos online. Además, el flipped classroom implica que nuestros estudiantes lleguen al aula con un contenido en concreto ya desarrollado.

Escoge la metodología que más se adapte a las necesidades de tu clase. Y si resulta motivador para tu alumnado, puedes combinar ambas.